A 40 por la 40

Llega el otoño y muchos nos rajamos de Chalten en busca de temperaturas más amigables.

Esta vez el viaje fue compartido con Adrian en su Lobuna, una Ford que nos bancó a muerte y no dio ni un solo problema.

En el camino nos encontramos con esta caravana de autos antiguos, conducidos por Franceses, Suizos y otros.... muy loco.
Dos días de viaje entre altas charlas, muchas risas y paisajes alucinantes. Todo bien acompañado de infinitos mates, un Santo llamado Telmo y "sanguchitos" gourmet.

Gracias Falcon, gracias Lobuna...

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